El aceite esencial de hoja de laurel se deriva del árbol de laurel, que también se conoce botánicamente como Laurus nobilis, mediante un proceso de destilación al vapor. Este aceite se confunde comúnmente con el aceite de laurel, que en su lugar proviene de Pimenta racemosa. Aunque estos dos aceites comparten cualidades similares y propiedades similares, provienen de dos plantas muy diferentes.
Tanto los antiguos griegos como los romanos consideraban que las hojas de laurel eran muy sagradas y valiosas, ya que simbolizaban la victoria y el alto estatus. Los griegos también la consideraban una potente medicina que era capaz de protegerles contra la peste y diversas enfermedades. Hoy en día, la hoja de laurel y su aceite esencial contienen numerosas propiedades medicinales que pueden utilizarse para tratar una variedad de dolencias de salud.
Beneficios
Se sabe que el aceite esencial de la hoja de laurel es un expectorante, ya que puede eliminar el exceso de flema y moco alojado en el tracto respiratorio, aliviando así la congestión de las vías nasales. Por lo tanto, esto ayuda a promover una vía respiratoria más libre y sin obstrucciones. Como tal, el aceite esencial de hoja de laurel es ideal para quienes padecen tos, resfriados, gripe y bronquitis.
Se han utilizado extractos de hojas de laurel para estimular el flujo menstrual, lo que convierte al aceite esencial en un buen remedio natural para los ciclos menstruales irregulares e inadecuados. Ayuda a estimular y regular los ciclos menstruales, asegurando así que sus flujos menstruales sean adecuados, oportunos y regulares.
El aceite de hoja de laurel también es conocido por sus cualidades analgésicas y, a menudo, se utiliza para aliviar el dolor de una variedad de dolencias, como problemas musculares y articulares asociados con la artritis, el reumatismo, la gota o para los músculos doloridos después de una intensa sesión de entrenamiento. ¡Simplemente frótalo en las áreas deseadas y te sentirás mejor en poco tiempo! Además de ofrecer alivio muscular, el aceite puede ayudar a aliviar los dolores derivados de dolores de cabeza o migrañas.
Al ser de naturaleza antibacteriana, este aceite también puede ser una gran adición a sus botiquines de primeros auxilios, ya que ayuda a limpiar las bacterias de heridas, cortes, hematomas o rasguños. Esto evita así que se produzcan infecciones y evita que dichas heridas se vuelvan sépticas o contraigan tétanos. Como tal, generalmente ayuda a prevenir complicaciones y acelera el proceso de curación.